EL RETO ES EDUCAR...NOS...

EL RETO ES EDUCAR…NOS…

Hace algunos años, cuando este proceso involutivo de nuestra sociedad estaba en sus comienzos, en conjunto con algunos colegas diseñamos un programa que llamamos EL RETO ES EDUCAR, dirigido a la empresas, con la firme intención de despertar conciencia en empresarios y gerentes de la importancia que tenía el asumir un rol más directo en la formación del talento humano y que, aprovechando esa formación, pudiéramos brindar herramientas para la toma de decisiones de vida.

En ese momento el argumento estaba sustentado, igual que hoy, en que ese 80% de la población, que compone la gran mayoría de nóminas de trabajadores y hoy la inmensa mayoría de trabajadores informales, no tenían, ni tienen, herramientas que le permitan ver las situaciones desde perspectivas de análisis globales y que, por sus escasas formaciones, son manipulados desde lo emocional, dejando lo racional a un lado. Esa estrategia del manejo de las emociones desde lo más bajo o natural, ha sido utilizada como arma perfecta para despertar y exacerbar sentimientos de rabia, venganza y revanchismo entre la población, y es lo que mantiene aún, en estos tiempos de escasez y limitaciones, a muchos del otro lado de la trinchera.

Es sencillo. Un pueblo sin cultura, sin la mínima educación que le permita aprender a pensar y a evaluar sus opciones, es una presa fácil de la manipulación y la demagogia, y esa estrategia solo beneficia a quien lo gobierna, ya que, solo con darle mendrugos, tienen a la población “contenta” y satisfecha con sus necesidades. Allí radica la importancia de entender cuál es el rol de las empresas, que va más allá de la producción, y hoy se transforma en un elemento de cambio para la sociedad. Solo las organizaciones bien plantadas, dentro de la estructura social, háblese de empresas o instituciones sociales, pueden ejercer esos cambios en la población importantes. Herramientas existen muchas, lo que debemos es comenzar a implementarlas.

Un pueblo culto, o por lo menos con instrumentales para el discernimiento y el análisis, es un pueblo apto para tomar sus propias decisiones y “elegir” con consciencia su propio destino.

Hasta aquí el análisis nos compromete pero no nos involucra. Nosotros los que, por gracia de Dios y el esfuerzo de familia, hemos tenido la oportunidad de formarnos y tener una visión diferente de vida, debemos asumir una actitud diferente. Debemos comenzar a trabajar en nuestra EMPATIA Y TOLERANCIA.

Es impresionante ver cómo, en muchas oportunidades no nos tratamos bien ni siquiera nosotros mismos. Vivimos en una sociedad disociada. No existe la más mínima solidaridad con el vecino de al lado y mucho menos un “buenos días”, en algunas de las oportunidades. Se sigue viendo a la gente con desprecio y desdén sin importar o entender su situación. Evidentemente no podemos generalizar, pero aquellos que aún mantienen esa actitud, están haciendo enorme apoyo a los que tratan de manipularnos, al demostrarle a la gente humilde porque el desprecio se paga con revancha.

Seamos conscientes de nuestra enorme oportunidad de cambio. Busquemos apoyarnos para lograr unir los esfuerzos y saldar las barreras que nos imponen. Cada uno de nosotros es un líder que impacta en muchos. De nuestra actitud y comportamiento se genera cambios en el otro. Rescatemos la humildad, para tratar al otro desde la empatía y tolerancia. Es una vía directa para alcanzar cambios de comportamiento.

Para educar…eduquémonos.

Saludos
Arnaldo Garcia Pérez
@arnaldogarciap
Arnaldogarciap.blogspot.com



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