DE NEGOCIACIONES, COMPROMISOS Y PARTICIPACIONES

DE NEGOCIACIONES, COMPROMISOS Y PARTICIPACIONES

La negociación es parte de nuestra vida diaria. En nuestras interacciones y relaciones, en muchas oportunidades, estamos inmersos en ella sin siquiera estar conscientes. Se parece mucho al principio de la venta, y de hecho, en la venta están implícitos elementos de la negociación. Nosotros nos vendemos permanentemente; vendemos nuestras ideas, nuestra imagen y nuestro profesionalismo y negociamos sobre ellas.

Con la negociación buscamos nuestro beneficio y alcanzar nuestros objetivos. La estrategia de la negociación ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. En un principio, la negociación se refería a una interacción donde al final había un ganador y un perdedor. Hoy en día, la estrategia nos lleva a buscar nuestros propios beneficios, sin afectar a nuestro contrario en esa interrelación. De allí se desprende la famosa frase de ganar-ganar.

El compromiso, por su parte, nos habla de una obligación. Es una responsabilidad consciente que asumimos ante otros o con nosotros mismos. Siempre escuchamos en muchos capítulos de nuestra vida, la necesidad que tenemos de comprometernos con las cosas que hacemos. Este “compromiso” viene a veces con solo estar identificados con los temas que nos ocupan. Esto nos lleva a ponerle todo nuestra pasión y energía. Otras veces, por falta de motivación o poco convencimiento de lo que se hace, ese compromiso se ve disminuido y nuestros resultados dejan que desear.

La participación, por su parte nos habla de la acción. Es nuestra intervención directa en ese algo que acontece y donde nuestro aporte activo ejerce una influencia para promover el resultado esperado. La participación es la gestión del compromiso. Es poner en ejercicio todos nuestros recursos para la consecución del objetivo. Cuando participamos nos sentimos parte de la tarea y entendemos como nuestro el resultado que se obtenga. Tanto si es positivo o no, asumimos los resultados por nuestra participación propia.

Hay momentos donde la negociación se da en nuestro nombre, pero nosotros no podemos ejercer una influencia directa en su accionar. En estos casos, solo se espera que los interlocutores en el proceso de negociación interpreten y recojan las necesidades y aspiraciones de sus representados y ejerzan, el rol que les corresponde, en busca de los mejores resultados para ellos. Para esto, es importante y vital que antes de las negociaciones, estos temas sean previamente revisados y todos los involucrados sepan que se espera en el alcance de los contenidos. Así mismo, es necesario que esos interlocutores sean aceptados por los involucrados como sus representantes genuinos en esa negociación, asumiendo con esto, que su accionar es aprobado por todos y lo más importante, que los resultados de la negociación, serán aceptados por todos como algo envolvente.

Al estar todos de acuerdo, el compromiso es tácito.

Cuando me siento representado, mi compromiso se refuerza y la participación se transforma en procesos de apoyo indirecto pero reales.

No hay espacio para la crítica. Todos vamos hacia el mismo norte.

Saludos
Arnaldo Garcia Pérez
@arnaldogarciap
Arnaldogarciap.blog.com




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