EL CONEJO EN LA CHISTERA
EL
CONEJO EN LA CHISTERA
Cuando vemos un acto de
magia, nos maravillamos con la sutileza en la que el mago nos envuelve en su
fantasía para hacernos creer que tiene un poder sobrenatural de lograr lo
imposible o sobrenatural. En todos sus
trucos, nos sorprende el encontrar un resultado que rompe nuestros esquemas de lógica
convencional.
Pero poco tiene que ver con
lo fantástico. Detrás de esos trucos hay una enorme inversión de tiempo y
esfuerzo para llegar a ese final impactante. Horas de voluntad y estudio
sistemático, de ensayos y errores, llevan a estos personajes a tener, al final
de sus esfuerzos, un resultado impactante y para nosotros surreal.
En la esencia de la magia rescatamos
esfuerzo, planificación y creatividad. Para ellos, no existe un resultado
exitoso sin que la idea original sea estudiada y analizada paso a paso hasta
encontrar el punto que la haga fantástica. Pero todo nace de una idea. Un sueño
de hacer un acto inolvidable basado, tal vez, en una situación cotidiana. Eso
es creatividad.
La Creatividad es parte de
nuestra esencia. Desde el comienzo de nuestra historia como seres humanos, el
hombre la utilizó para buscar fórmulas que le permitieran sobrevivir. Allí
comenzó nuestra historia de descubrimientos. Es la capacidad que tenemos de
buscar soluciones diferentes a cosas que hacemos en cotidianidad. Es el
estimular el intelecto para generar ideas y conceptos nuevos. Nuevas formas de
pensar, nuevas formas de hacer. Creatividad es sinónimo de originalidad.
Todos tenemos la capacidad
de crear.
Si queremos resultados
diferentes no podemos conformarnos con hacer siempre lo mismo. Debemos
estimular la creatividad e innovarnos. En todos los niveles de nuestra
sociedad, bien sea en instituciones públicas o privadas, debemos comenzar a
pensar diferente. Darle una oportunidad a la creatividad para que diga presente
en todas nuestras tareas cotidianas.
En lo educativo, los
maestros y profesores deben estimular el intelecto y buscar nuevas formas de
visualizar las situaciones. Retar a los niños y jóvenes a buscar soluciones
diferentes a los problemas, los llevará a despertar todo un potencial que poseen.
El encontrar soluciones diferentes, los hará más seguros y confiados y
estimulará una generación con una autoestima impulsadora.
En los trabajos, los líderes
tienen la obligación de permitir la participación de sus equipos en la búsqueda
de soluciones diferentes a problemas cotidianos. En mi experiencia profesional,
he visto como sencillos programas de innovación nos sorprenden con la
participación de gente con ideas inimaginables para procesos y maquinas. Y lo más
importante, al ser tomados en consideración para la búsqueda de soluciones, se adueñan
del problema, creando un vínculo de identidad y pertenencia inseparable.
Debemos romper el paradigma
del “Siempre se ha hecho así”. Estimulemos y permitamos el pensamiento
creativo. El ocio productivo generador de nuevos conceptos. El intercambio de
ideas, la discusión sana que nos lleve a fórmulas innovadoras. El poder
participar y ser escuchado.
Tenemos la obligación de
desarrollar y potenciar la creatividad de nuestra gente.
Saludos
Arnaldo
García Pérez
@arnaldogarciap
Arnaldogarciap.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario