“NO SE ACABA HASTA QUE SE ACABA”…

“NO SE ACABA HASTA QUE SE ACABA”…

Para los fanáticos del béisbol, esta frase tiene mucho significado por ser inmortalizada por uno de los peloteros más famosos en la historia de este deporte, por sus grandes hazañas y logros, llamado Yogi Berra. Berra era una de las estrellas indiscutibles de los Yankees de Nueva York, con los que jugó desde 1946 hasta 1963. Pero fue, sobre todo, una leyenda que trascendió un deporte en el que brilló por su versatilidad y cualidades con la pelota y sus profundas reflexiones.

Dentro de sus frases más famosas, la que genera el título del artículo, ha sido la más emblemática y la que lo identifica. Con ella expresa una intencionalidad particular. Es un mensaje sencillo pero contundente que nos habla de cómo enfrentar las circunstancias de la vida. Por más que la situación parezca perdida, la esperanza, a través de la perseverancia, puede cambiar el resultado final. La esperanza hasta el último suspiro de que las cosas se pueden alcanzar y lograr nos puede llevar a obtener el objetivo. Nada está perdido ya que, hasta el último momento podemos lograrlo.

La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir. Nos habla de no desmayar ante las adversidades y tener siempre presente el objetivo último. No perder el foco de lo que se busca, aunque en momentos pareciera lejos de lograrse. Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo.

En oportunidades abandonamos al menor indicio de dificultad. Nos es fácil rendirnos ante las adversidades y conformarnos con el intento inicial sin el logro final. Buscamos argumentos que nos rediman de nuestra falta de acierto, tal vez orientando los argumentos hacia lo imposible y este abandono seguramente nos aleje del estímulo que podría llevarnos a revertir la situación y alcanzar nuestro objetivo.

En estos tiempos que vivimos es necesario tener esta combinación de esperanza y perseverancia activada. Aunque en muchas oportunidades sentimos que todo está perdido, debemos sobreponernos y pensar que el juego aún no termina. Que existen variables que no conocemos y que pueden revertir lo que nos parece inevitable. En este partido decisivo no podemos abandonar hasta que se decrete el último out. Y esa jugada tiene muchas combinaciones que pueden ayudarnos a ganar en el momento final.

Tenemos el equipo perfecto. Nuestros jugadores tienen un objetivo común. Todos saben cuáles son sus fortalezas y de que están hechos. Debemos tener confianza en sus capacidades y dejarlos fluir para desarrollar su mejor partido. Nuestro partido trascendente.

“La diferencia entre ganar y perder a menudo consiste en no abandonar” Walt Disney

Fuerza, Fe y Optimismo.

Saludos

Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap

arnaldogarciap.blogspot.com

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