LA ESTRATEGIA EQUIVOCADA

LA ESTRATEGIA EQUIVOCADA
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Albert Einstein

En la vida tenemos situaciones que nos hacen reflexionar sobre los resultados obtenidos y la forma como trabajamos para lograrlos. Evidentemente, cualquier objetivo que nos propongamos depende directamente de esa meta y los planes o acciones que hagamos para llegar a ella. Dependiendo del grado de dificultad de la tarea, necesitamos evaluar las opciones y nuestros recursos, con el fin de encontrar los medios más directos, y con menos desperdicio, para cumplir con el objetivo.

Cuando compartimos experiencias de conocimiento con los equipos empresariales, les indicamos que existen elementos importantes para alcanzar el éxito de los equipos: Una buena comunicación, una adecuada planificación, el reconocimiento y apropiado manejo de los recursos tanto humanos como materiales y como último, la administración del tiempo para alcanzar el objetivo.

Estos principios gerenciales aplican a cualquier situación que podamos enfrentar en nuestra vida, sencillamente porque hablamos de elementos identificados por nosotros mismos, aunque tal vez, algunos de ellos, fuera de nuestro control.

Trasladando estos principios a nuestro acontecer ciudadano y como país, es verdaderamente inexplicable como hemos llegado a la situación que estamos actualmente. Para un porcentaje alto de nuestra población, los momentos de incertidumbre y desesperanza que vivimos, nos llevan a manejar sentimientos de impotencia y descontrol nunca antes vividos en nuestra historia como nación.

Desde hace más de 18 años todos sabemos, siendo políticos o no, que no estamos lidiando con un sistema parecido al que estábamos acostumbrados. Desde el florecimiento de esta nueva “ideología” y forma de vida, los planteamientos hechos por ellos indicaban que sus estrategias y planes estaban dirigidos al control total, basados en el despertar de sentimientos negativos y antivalores, manejando, en vez de justicia, la venganza entre nosotros. Sabíamos, desde un principio, que sus métodos y estrategias eran diferentes a las aplicadas, por nuestra sociedad política, a lo largo de nuestra vida democrática, pero sin embargo…seguíamos haciendo lo mismo.

En estos años de experiencia, por lo menos la de una generación de venezolanos, hemos vivido una serie de momentos históricos que nos hubiera permitido hacer cambios significativos. Hemos contado con enormes oportunidades para trabajar estrategias únicas e innovadoras que nos sirvieran para contrarrestar la filosofía imperante, sin embargo, producto de la ceguera de nuestros dirigentes, que insisten en querer hacer las cosas siempre de la misma manera, nos llevan a obtener los mismos resultados…el fracaso.

Hasta triunfando hemos fracasado. Hace un año, las esperanzas de la gran mayoría se vieron reflejadas en el contundente triunfo político que obtuvo la oposición, pero la alegría duro poco. Comenzaron a aparecer artilugios legales o inventados que obstaculizaban cada gestión que se iniciaba y en la contraparte, se mantenían apegados a unas estrategias que poco o nada nos daban margen de maniobra, más bien, fueron creando la división y el separatismo.

No pretendo ser político ni dictar catedra en materia ajena, pero necesitamos reingeniería y nuevos conceptos. Aplicar las mismas estrategias solo nos llevara a otro fracaso, y cada vez, la desilusión será mayor y mermara el respaldo. Nuestros líderes deben entender que las condiciones han cambiado y deben actuar en consecuencia. Es necesario convocar mentes abiertas a nuevas maniobras. Nosotros como ciudadanos debemos estar dispuestos a asumir mayores retos. El país demanda otro tipo de acciones contundentes.

No podemos seguir haciendo lo mismo. Tenemos que reinventarnos.

Saludos

Arnaldo Garcia Pérez
@arnaldogarciap

arnaldogarciap.blogspot.com

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