EL PLANETA DE LOS SIMIOS Revisando la programación de la televisión, una tarde de estas de cuarentena, me encontré con un clásico en la historia del cine: “El Planeta de los Simios” , una película filmada en 1968 por Franklin Schaffner y protagonizada por uno de los inmortales del séptimo arte, Charlton Heston. En esta historia futurística, una misión espacial se extravía y va a parar a un planeta desconocido en el cual la civilización dominante son unos simios super desarrollados e inteligentísimos, que esclavizan a una raza humana en una etapa muy básica de su evolución y carecen de la facultad de hablar. Al descubrir que uno de los humanos (Heston), tiene el don de la comunicación, comienza toda una historia que les invito a recordar a las generaciones mayores y a descubrir a los más jóvenes. Viendo la “pureza” de esa raza humana de ficción, que solo se desarrolló hasta un nivel básico de recolección para la supervivencia, vino a mi memoria el bestseller del escritor isr
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NATURALEZA HUMANA ¿Recuerdan el cuento de la rana y el escorpión? Estaba una rana sentada a la orilla de un rio, cuando se le acerca un escorpión y le pide que la ayude a cruzar el rio llevándolo en su espalda. La rana, a sabiendas del peligro se niega inmediatamente bajo el argumento de que, si lo apoya, éste le clavará su aguijón y la matará en el acto. El escorpión, manejando su habilidad de persuasión le dice: No seas tonta, no ves que si te pincho con mi aguijón te hundirás en el agua y yo, como no se nadar me ahogaría contigo. Ante este argumento tan contundente, la rana lo pensó y le dijo: Está bien, te ayudaré a cruzar el rio. Juntos comenzaron a surcar la corriente del rio y, llegando a la mitad del trayecto de repente la rana sintió un fuerte picotazo y un agudo dolor. Ya moribunda mientras se ahogaba le dice - no entiendo nada, ¿Porque lo has hecho?, ahora tú también vas a morir…a lo que el escorpión contestó, -Lo siento ranita, pero no puedo dejar de ser quien soy