DENLES PASO, QUE TIENEN LUZ VERDE…

DENLES PASO, QUE TIENEN LUZ VERDE…

La historia que nos ha tocado vivir ha sido dura. Varias generaciones de ciudadanos que nunca hemos pasado situaciones como estas, nos encontramos en una enorme incertidumbre. Reaccionar a episodios inimaginables en nuestra existencia, sin la experiencia previa, genera desasosiego. Durante cincuenta años no existió una dinámica social como la que vivimos en nuestros últimos tiempos y evidentemente, no estamos preparados para esto. Pasamos de ser una sociedad pacífica y solidaria, poco participativa en lo político, a vivir una dinámica diaria de confrontaciones y sobrevivencia. Estamos viviendo en el caos.

El caos es, por lo general definido como la idea que alude a la falta de orden, a la desorganización o al desconcierto. Algo que es un caos carece de estructura, de lógica o de criterios que le permiten una disposición adecuada (Wikipedia). Verdaderamente, vivimos en un caos. Para los estudiosos de las ciencias, la teoría del caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas, la física y otras ciencias (biología, meteorología, economía, entre otras) que trata ciertos tipos de sistemas complejos y sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo.

Según esta teoría, el comportamiento presente no garantiza el futuro, sin embargo, también alude a que pequeñas variaciones en las condiciones de la situación, puede implicar grandes diferencias, y de allí me quiero aferrar para generar esperanza.

En estos últimos tiempos hemos evidenciado la participación de jóvenes que han asumido con enorme responsabilidad la conducción protagónica de las acciones políticas en el país. Estos, manejan con compromiso acciones de importancia sin ninguna duda en su entrega y pasión, aun a costo de su propia seguridad y la de sus familias. Jóvenes muy bien preparados, con excelentes credenciales formales y con una experiencia y sensibilidad para interpretar las reales necesidades de una población, que es evaluada por ellos sin distingos de clases o razas.

Son líderes con una visión integral, reconocen las necesidades y saben cuáles son las fórmulas para resolverlas. Tienen una misión personal de llevarnos a un mejor nivel. Convertirnos en un mejor país desde la educación y el trabajo honesto. Modelan el cambio a través de sus palabras y acciones. Tienen una congruencia envidiable por muchos de sus antecesores y generan confianza precisamente por su accionar.
No importa del partido que sean, parecen todos sacados de la misma escuela de política y se comportan y tratan con camaradería y hermandad, demostrando con sus conductas la mejor fórmula para la convivencia. Pueden tener diferencias, pero estas no los separan, están capacitados para trabajarlas y resolverlas. Con estos líderes me siento representado. Creo que simbolizan lo que todos queremos. Son esas pequeñas variaciones en el sistema que anulará el caos. Definitivamente, son la esperanza.

Permitámosles que desarrollen su trabajo, a los políticos de la vieja guardia, por favor, abran paso y denles luz verde. Es la hora de esa generación de líderes de otra estirpe.

Con estos chamos, el futuro se ve bien.

Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap

Arnaldogarciap.blogspot.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

ENTRE LA LOCURA Y LA CORDURA