CONVIVIR…COMPARTIR
CONVIVIR…COMPARTIR El ser humano es gregario por naturaleza. Está configurado genéticamente para relacionarse y socializar. La familia, que es la base de la sociedad, es la primera gran escuela del intercambio con otros y el manejo de normas básicas. Allí nos preparan, con ejercicios de participación y colaboración entre hermanos, padres y familiares, para que en corto plazo, salgamos al camino a experimentar conductas de convivencia con otros seres y aprender con ellos las reglas de las relaciones. Desde que salimos a la calle estamos en un permanente aprendizaje. Siendo niños el colegio nos enseña a distinguir entre diferentes maneras de vivir y relacionarnos. Gente que piensa diferente, que cree diferente, empieza a mostrársenos en ese intercambio diario. Luego de adultos, en los múltiples roles que podemos ejercer, establecemos convivencia con seres semejantes a nosotros, pero diferentes en el sentir y el pensar. En las empresas, durante nuestras jornadas de trabajo, vivim...