
MARKITA ANDREWS (O CÓMO NO PROCRASTINAR) El padre de Markita abandonó a su familia cuando ella solo tenía 8 años, y fue criada por su madre que trabajaba como camarera en Nueva York. Ambas estaban muy unidas y compartían un sueño: viajar alrededor del mundo. Pero con el poco dinero que ganaba la madre, este sueño se presentaba muy poco realista. Al menos hasta que Markita leyó en su revista de Girl Scout que la chica que más galletas vendiese ese año obtendría como recompensa un viaje alrededor del mundo para dos personas. Esa era toda la motivación que necesitaba Markita. Cada día después de ir al colegio, Markita se vestía su uniforme de Girls Scout e iba puerta por puerta tratando de convencer a los vecinos de que le comprasen sus galletas. Dejando de lado su timidez, descubrió que tenía un talento especial para la venta. Además, decidió compartir con la gente su sueño de ganar, los hizo partícipes de él. Ella no vendía galletas, le pedía a la gente que invirtiesen en un sueño. “Hol...