TIEMPO DE RESURRECCION
TIEMPO
DE RESURRECCIÓN
Semana Santa, momento que
invita al recogimiento y la meditación sobre nuestra espiritualidad. Tiempo que
comienza desde mucho antes, con lo que los cristianos llaman la cuaresma, que
es un “Período de cuarenta y
seis días, desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de
Resurrección, en el cual algunas iglesias cristianas preceptúan ciertos días de
ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta que ayunó Jesús en el desierto”,
y que para los creyentes es el tiempo de conversión, por ello, es el espacio
del perdón y de la reconciliación fraterna.
Cuando
hablamos de Jesús, el Cristo, hablamos de un hombre que se entregó por sus
creencias y que vino al mundo a dejar el mayor de los legados de bondad,
sacrificio por otros y perdón. No es fácil entender como un ser humano pudo
soportar tanto dolor físico y psicológico para llevar un mensaje de amor. El
sacrificio como penitencia por el otro, es la máxima expresión de lo que solo
un Dios puede hacer por los suyos, pero que a su vez, nos permite entender y
aprender lo que a cada uno de nosotros nos corresponde.
En
estos momentos convulsionados que vivimos, estos tiempos de reflexión nos
invitan a analizar las cosas que estamos viviendo y buscar en ellas los mejores
caminos para la reconstrucción. Parece llegada la hora de decisiones, pero no
de aquellas decisiones que nos han llevado por un largo camino de
incertidumbres y desesperanzas, sino de decisiones definitorias y concluyentes.
Llego la hora de “jugarse a Rosalinda” y con ella el futuro de una nación
entera. No estamos para juegos y medias tintas. El país entero necesita visualizar
un camino y de un liderazgo que nos demuestre esa determinación que genere
confianza en cada acción y que nos guie con certeza hacia el futuro. Ya basta
de mezquindades o intereses ocultos. El único gran interés debe ser la nación y
su porvenir.
Llego
la hora de nuestra Resurrección. Si analizamos la palabra griega que en la
Biblia traduce “resurrección” esta es anástasis,
que se define como la “acción de ponerse
de pie (levantarse) de nuevo”.
Debemos
levantarnos y andar a paso firme en cada una de las acciones. Es el momento de
cobrar. Cobrar para invertir en el futuro de nuestros jóvenes y niños, en un
verdadero rescate de nuestros valores, en una educación que permita el
crecimiento y la competitividad, en un actualizarnos como seres globales. En
una Venezuela de y para cada uno de sus conciudadanos.
Hoy
es domingo de resurrección y de pascua, que también significa “el paso”. Mejores
simbologías no podemos tener para entender que llegó nuestro momento de
cambiar. Debemos dar ese salto y “pasar” a otra etapa de florecimiento. Todos
tendremos un papel que jugar en ese proceso. Algunos los juegan ahora con un
protagonismo político, otros los jugaremos desde una resurrección intelectual. Pero
este cambio debe hacerse desde la humildad, desde el perdón, con los
perdonables y desde la justicia con los que deben pagar. Todo en su justa
medida.
Ponernos
de pie, dar el paso hacia el futuro y cambiar. Esa es nuestra enorme misión.
Feliz
domingo de pascua.
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
Arnaldogarciap.blogspot.com
¡Excelente artículo Arnaldo! Muy apropiado para el momento decisivo que estamos viviendo y que tendrá su mayor expresión este 19 de abril. Debemos ponernos de pie firmemente.
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