LA CACHUCHA ESTRATÉGICA
Así como el hombre ha evolucionado a lo largo del tiempo, hasta convertirse en lo que es hoy en día, cosa que no viene al caso y sería muy difícil de definir, la gente que trabaja en el área de los recursos humanos en las organizaciones ha tenido también su evolución. Recordando viejos tiempos, no vividos directamente, pero observados en muchas empresas e instituciones, el hombre de recursos humanos, o más bien digamos, la persona, para no ponerle sexo, se ha transformado a lo largo de estos últimos treinta años de un simple “conserje” del edificio, a un estratega de vital importancia para las empresas.
Hace algún tiempo atrás, la credibilidad del aporte de la gente que laboraba en nuestra área era casi nula, siempre bajo las sombras de lo que podía aportar la gente de producción, ventas y finanzas. Sólo se servía a la organización en dos dimensiones muy bien enmarcadas: a través de llevar las cuentas de los pasivos laborales y las nóminas de los trabajadores, función que en muchos casos también tenía una supervisión directa de otra área del negocio, y la otra, a través del servicio prestado a los trabajadores en la satisfacción en sus necesidades básicas como, comedor, útiles escolares, fiesta navideña, actividades recreativas, capacitación etc.
No quiero decir en ningún momento que alguna de esas funciones no agregue valor a la gestión de este personal, pero sólo se consideraba al empleado de recursos humanos como un mero tramitador o gestor de necesidades. Aquella persona encargada de tener todo al día, para evitar que el clima laboral se viera ensombrecido.
Esta situación ha evolucionado. Gracias a las diferentes propuestas que pensadores y estudiosos de las conductas humanas han desarrollado, hemos comenzado a entender que el hombre no es una máquina más de nuestro proceso productivo, sino que es aquel eslabón de importancia que mueve las bisagras que le dan vida a nuestro negocio. Esta definición y nueva conceptualización del aporte del ser humano como trabajador, ha obligado a las empresas a darle un tratamiento diferenciado y específico para cada uno de ellos. Es allí donde he devenido el desarrollo y evolución de la persona de Recursos Humanos. Entendiendo ya la importancia de la gente, necesitamos a personas en recursos humanos que puedan entender, comprender e interpretar las necesidades de los mismos y a su vez, tengan la capacidad estratégica de crear visiones y planes adecuados para mantenerlos productivos, eficientes y sobretodo satisfechos con las labores que realizan. Aquí nos cambiamos la cachucha, y de ser meros tramitadores y gestores, pasamos a desarrollar un pensamiento estratégico para las empresas, a ser tomados en cuenta para la toma de decisiones vitales, a dar muchas veces, la última palabra en negociaciones de envergadura, porque somos los que conocemos al Capital humano, a ese talento que al final del día es lo mas importante.
Esta lectura particular, nos ha convertido en los grandes estrategas del negocio, ya que, sobre los planes que la gente de ventas, finanzas, producción y logística puedan hacer de cifras de producción y ventas, está la mano del equipo de recursos humanos para hablar de la forma y manera de actuar en pro de la gente y a través de esas estrategias garantizar un trabajador satisfecho y lo mas importante para los inversionistas, una empresa rentable y con adecuado clima laboral.
Esta evolución nos obliga a perfeccionar dia a dia nuestros sentidos para convertirnos en esos asesores internos que puedan leer entre líneas lo que está pasando en nuestras empresas y predecir y pronosticar situaciones que nos permitan ir un paso adelante para evitar confrontaciones, mantener el clima y la paz laboral, generando ganancias para todos.
Tenemos el reto y la responsabilidad de manejarnos con una sensibilidad especial e ir un paso adelante en nuestras empresas. Si alguien debe modelar conductas, ese debe ser la persona de Gestión de Talentos, de la unidad de Capital humano o como quiera usted llamarlas. El respeto, la responsabilidad, la atención, el servicio y la empatía, son solo algunas de las conductas que harán de nosotros elementos de cambio y verdaderos Líderes en este proceso de desarrollo de nuestro capital humano. Señores, mantengamos la cachucha del estratega con orgullo y sobre todo con conocimiento de la enorme responsabilidad que ello representa.

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