TENDIENDO PUENTES
Una de las dinámicas
que trabajamos en nuestros talleres de Equipos de Alto Desempeño Outdoor, tiene
como finalidad el evaluar la capacidad de los equipos y sus lideres en el
manejo de la negociación ganar-ganar. Consiste en una carrera con obstáculos
que luego de ser superada, le da la oportunidad a cada grupo, de obtener un
sobre con piezas de un rompecabezas a ser armado. Se dividen en dos equipos de
trabajo y se les invita a que evalúen las competencias individuales de sus
miembros, de tal manera de escoger los mas aptos para cada tarea. Al final, el
ganador será el equipo que cumpla con todas las etapas en el menor tiempo
posible. Lo que no se les dice es, que en los sobres se ha intercambiado una
pieza para que dificulte la culminación del objetivo y se invite,
indirectamente, a un proceso de negociación para finalizar la prueba. Muchas
son las reacciones que hemos visto. Desde tratar de imponer una jerarquía
formal de trabajo, con el característico “yo soy el jefe y se hace lo que diga”,
hasta la más extrema como lo ha sido el arrebatar la pieza para ganar de una
manera violenta. En todos estos casos, pudo más la emocionalidad que la razón y
el pensamiento sensato. Y en todos, el objetivo no fue acertado por esa
impulsividad. Decimos que el primer equipo que arme el rompecabezas será el
ganador, pero en ningún momento se dice que debe haber un solo ganador. La
tarea es estimular la comunicación, la concertación, la cooperación y el éxito
compartido. Muy pocos equipos se ponen de acuerdo e intercambian sus piezas
haciendo una entrega simultanea que los convierte a ambos en ganadores, pero
cuando lo hacen, la felicidad es colectiva.
Esto nos ocurre en el
día a día en muchas áreas de nuestro convivir. Desde las familias, hasta las
comunidades y las empresas. En la política también ocurre. Contamos con líderes
que en su individualidad poseen excelentes competencias tanto personales como
profesionales para producir propuestas y resultados asombrosos, pero que se
quedan en su mirada miope e individual, sin evaluar el propósito fundamental
que es el bienestar de todos. Se aferran a sus argumentos sin siquiera valorar
el argumento de otros, los cuales, en muchos de los casos, tienen visiones coincidentes,
pero con enfoques diferentes, pero no opuestos. Eso nos hace un enorme daño.
Mientras nos desgastamos en peleas infructuosas por “tener la razón”, no nos
percatamos que la razón es colectiva y tiene diferentes matices. Actuamos desde
el egocentrismo y personalismo y no desde el colectivismo que nos traerá
mejores frutos.
El mundo está lleno de
ejemplos actuales donde los intereses políticos de algunas individualidades
están trabajándose sobre los intereses colectivos de grandes sociedades. Los
políticos han deformado el enfoque para ahora hacer enfrentamientos desde la
descalificación y la ofensa, sin agregar argumentos constructivos que
beneficien a quienes dicen defender o representar. Llegó la hora de aprender a
tender puentes. Trabajar desde el ABC de la negociación y comenzar por
reconocer aquellos aspectos comunes en todos nosotros. Hay que trabajar sobre
la base de aspectos coincidentes que sean la base de un verdadero trabajo en
equipo, así eso nos haga perder algunos espacios en esa negociación. No podemos
olvidar el fin último que es la gente. Debemos rescatar nuestra ética profesional
y personal para entender que las circunstancias nos obligan a trabajar en
equipo. Luego vendrán momentos para el proselitismo individual.
Respondamos a la historia
tendiendo puentes de entendimiento.
Saludos
Arnaldo
García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com
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