TAN SOLO GRACIAS…
“Tenía una cita
importante y decidí abordar un taxi para dirigirme al centro de la ciudad. Por
la expresión del chofer y por su manera brusca de conducir, comprendí que
estaba disgustado. Le pregunté qué le ocurría, y él gruñendo, me dijo: -Esta
mañana, uno de mis pasajeros dejó olvidada una cartera con 300 dólares. Después
de buscarlo por más de una hora, al fin lo encontré en su hotel. Recibió la
cartera sin decir palabra y me miró como si yo hubiera querido quedarme con ella.
- ¿Y no le dio una gratificación? –le pregunté. -Ni un solo centavo. Y yo gasté
tiempo y gasolina. ¡Pero no era dinero lo que quería! – continuó, estallando en
seguida -: Si solo me hubiera dicho algo. El hecho de que su acción honrada
fuera ignorada le envenenó el día a este chofer. De repente la próxima vez
vacilará antes de hacer el mismo favor”. (Un Gesto de Gratitud. Superación y
Motivación. Google)
Uno de los valores
fundamentales de la vida es la gratitud. Este sentimiento tiene que ver con
nuestra manera de recibir con gentileza cualquier acto de bondad, por pequeño
que sea. La gratitud debe ser vista desde dos ángulos importantes: Por una
parte, tenemos una gratitud intrínseca, que habla de nosotros mismos y nuestra
perspectiva ante la vida y que se derivada del simple hecho de vivir. Partiendo
de esa premisa, todo lo que viene luego del momento de que comenzamos nuestra
existencia es un acto que merece ser agradecido. Independientemente de las
condiciones en que vivamos y nuestras realidades individuales, enfocar la vida
desde el valor de la gratitud nos permite encauzar nuestro análisis de vida
desde una perspectiva diferente. Esta manera de afrontar la vida desde el
agradecimiento y el positivismo nos ayuda a desarrollar una forma de vivir saludable
y beneficiosa para todos. Tal vez desarrollemos otro artículo con este tema.
El otro ángulo de la
gratitud, y al que quiero hacer referencia es al externo o relacionado con los
otros. Aquel que tiene que ver con los demás y que nos ayuda fundamentalmente a
llevar una vida en armonía con ellos y nosotros mismos. La gratitud es el arte
de recibir con gentileza, de demostrar aprecio por cualquier acto de bondad,
grande o pequeño. Todos sentimos la necesidad de gratitud cuando hacemos buenas
acciones para los otros, y si la negásemos contribuiríamos a disminuir el
espíritu de la cooperación y de la bondad humana. La gratitud es a veces algo
más que un asunto personal. Esto quiere decir, en pocas palabras que, aunque la
bondad es una acción que se realiza sin un interés secundario, un gesto de
gratitud ante ella no le cae mal a nadie.
En muchas oportunidades
tenemos memoria corta y selectiva y olvidamos fácilmente las conductas
positivas que se han tenido con nosotros. Desde simples detalles hasta enormes
gestos, muchas veces son negados en esa memoria condicionada que no nos ayuda a
ser agradecidos. En la familia, por ejemplo, damos por sentado que los gestos
de los padres hacia los hijos son meras obligaciones que no merecen ser
reconocidas. Y no hablamos de retribuciones por ese amor compartido, nos
referimos simplemente a gestos de agradecimiento por esas conductas que a lo
largo de la vida nos edificaron y convirtieron en las personas que somos. Así,
con el resto de la gente: familiares, amigos y relacionados que tal vez
tuvieron o tienen pequeños gestos con nosotros, en muchas oportunidades
reiterativos, y que pasan desapercibidos sin tener el mínimo agradecimiento de nuestra
parte. Esto, sin olvidarnos de los extraños, aquellos que pasan por nuestra
vida de una forma desapercibida pero que nos ofrecen su amabilidad y atención y
que tan solo con un simple “gracias”, podemos estimular y reforzar sus
conductas y nosotros sentirnos satisfechos con nuestro accionar.
La gratitud es grandeza
desde la humildad del alma. Ser agradecidos con todos y por todo, nos hace
mejores seres humanos, tanto a los que la reciben, como a los que la ejecutan. Aprendamos
a modelar agradecimiento en la simpleza de las cosas más sencillas.
“Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una”.
Raphaëlle Giordano
Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com
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