DESEOS
NO PREÑAN
“Érase
una vez una joven lechera que llevaba un cubo de leche en la cabeza, camino al
mercado para venderla. Durante el camino, la soñadora joven iba imaginando lo
que podría lograr conseguir con la leche. Pensó que en primer lugar y con el
dinero de la venta compraría un canasto de huevos, los cuales una vez
eclosionaran le permitiría montar una pequeña granja de pollos. Una vez estos
crecieran podría venderlos, lo que le daría dinero para comprarse un lechón. Una
vez este creciera la venta del animal bastaría para comprarse una ternera, con
la leche de la cual seguiría obteniendo beneficios y a su vez podría tener
terneros. Sin embargo, mientras iba pensando todas estas cosas la joven
tropezó, lo que provocó que el cántaro cayera el suelo y se rompiera. Y con él,
sus expectativas hacia lo que podría haber hecho con ella.”
La
vida se compone de realidades e ilusiones. Somos por naturaleza seres que
mantenemos una constante combinación de hechos y expectativas. En la mayoría de
las oportunidades, nuestros sueños se convierten en combustible que permite
oxigenar y desarrollar actividades concretas, para esto, es necesario trabajar
“con los pies sobre la tierra”. Los sueños nos permiten visualizar mas allá de
las realidades. Son, con una adecuada dosis de realismo, la brújula que
orientará nuestras acciones futuras.
El
problema se presenta cuando nos quedamos solo en los sueños y esperamos que,
por arte de magia, las cosas cambien o las circunstancias se presenten casi, de
una manera automática, para llevarnos directamente al objetivo. Hay un adagio
popular que manifiesta en su esencia la sentencia inequívoca de que “Deseos no
preñan”, queriendo revelarnos esta expresión la necesidad de pasar a un nivel
de acción que nos permita convertirlos en realidad. Evidentemente la receta
para lograrlo es evidente: Tome sus sueños y aterrícelos en ideas concretas,
esas ideas conviértalas en objetivos alcanzables y una vez definidos estos,
establezca un plan de acción para lograrlos. Ese plan debe llevar como
condimento, fechas de ejecución y revisión, para allí, estar en posición
ventajosa de acercarlos a realidades. Esto evidentemente, dependiendo del
tamaño del sueño.
En
estas épocas decembrinas comienzan a aparecer nuestros deseos de nuevo año.
Muchos asumen rituales particulares y personales para establecer lo que desean
ocurra en el año por comenzar. Allí se listan las mejores intenciones y en
mucho de los casos sueños impresionantes de dicha y porvenir, que no importa,
por ser solo sueños, excedan las expectativas reales de cumplimiento. En muchos
de esos casos, paradójicamente se repiten deseos que años tras años se han
listado, sin el menor esfuerzo por trabajar para hacerlos realidad.
Necesitamos
concentrar nuestros esfuerzos. Que este año que comienza tenga usted la
oportunidad de trabajar por sus sueños de manera concreta y correcta. Plantéese
sueños realizables y alcanzables. Establezca planes de acción concretos y comience
a alcanzar pequeños objetivos que lo alienten a seguir en el camino del
objetivo mayor. Al hacerlo de esta manera, el horizonte será mas claro y el
objetivo mas concreto. Mas real.
El
Hombre soñó con pisar la luna, pero trabajó duro para llegar a ella. No se baje
usted de su sueño, planifique y trabaje constante para alcanzarlo.
Si
puedes soñarlo, puedes lograrlo. – Walt Disney
Feliz
año nuevo 2.021.
Saludos
Arnaldo
García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com
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