LOS CALZONCILLOS DE LA DIGNIDAD


LOS CALZONCILLOS DE LA DIGNIDAD

Por muchos años, la psicología, sin ser una ciencia muy conocida o famosa, ha jugado un papel fundamental en la paz de los hombres. Bien manejada, por personas con ética y moral, beneficia a personas, familias y comunidades. Pero perversamente orquestada, se convierte en un arma poderosa para infundir terror y paralización en los pueblos.

La Psicología Social ha demostrado el poder de los líderes sobre las masas y como, sus mensajes bien estructurados llegan a impactar a millones, convirtiéndolos en simples borregos o en seres poderosos, dependiendo del interés. Mejor ejemplo la Alemania nazi, donde se planificaron con el mayor y mejor detalle campañas comunicacionales más eficientes para el reclutamiento de adeptos y luego para la destrucción masiva de sus “enemigos”. El hombre como individuo, se convierte en lo que su grupo social moldea para él. Las situaciones sociales controlan significativamente el comportamiento social. Para Kurt Lewin, uno de los prominentes padres de la psicología social el comportamiento Humano es la suma del individuo y su entorno. Ello significa que, lo mejor y lo peor de la naturaleza humana a menudo puede mostrarse manipulando ciertos aspectos del entorno social.

Para nosotros esta teoría es un hecho, desde hace ya casi dos décadas hemos visto como nuestra involución como sociedad es producto del manejo inadecuado de sentimientos y emociones negativas, orquestadas en campañas bien dirigidas para sembrar odio, venganza y revancha en ciudadanos de un mismos país y sin diferencias ideológicas marcadas. Solo la manipulación del mensaje los hizo fuertes al captar con el mismo el resentimiento que muchos, por muchos años llevaron dentro.

Hoy en día, sin recursos económicos para mantener mensajes irreales de bonanza y felicidad, el significado de estas campañas y su impacto ya no es eficiente. El hambre y la desesperanza de muchos van quitando el velo cegador que no permitía reconocer la realidad. En vista de ello, deben buscar otros recursos. Y aparece la Psicología del Terror.

Siempre hemos vivido inmersos en el miedo. Las clases desasistidas lo viven en su día a día producto de la inseguridad y ahora expresado en más miseria y desgracia y con la enorme incertidumbre del futuro. A nivel general, la situación de indefensión en cuanto a la seguridad y el no contar con la confianza en las autoridades, nos lleva a todos a vivir en esa misma burbuja del terror. Ese es un miedo colectivo, pero no el suficiente para dominar.

Aparece ahora el terror psicológico como amenaza ante quienes demuestren su inconformidad. Todo aquel que piense diferente y que se atreva a manifestarlo corre el enorme riesgo de ser maltratado, vejado, humillado y lo peor de todo, expuesto, como símbolo de lo que son capaces. Basta solo con que se observe un caso y ya muchos lo pensarán antes de intentar algo diferente. Esa es la eficiencia del psicoterror.

Debemos estar preparados para esto. La psicología inversa nos lleva a mantener mensajes positivos y de optimismo. Necesitamos a una dirigencia que aparezca de una vez por todas con mensajes claros y oportunos. Debemos contrarrestar el psicoterror con esperanza y fe. Insisto que la violencia no es la vía, ya que no somos violentos y no tenemos herramientas ni recursos para serlos. La estrategia va desde el mensaje. Hay que terminar de desprender el velo que nos ciega. Debemos llegar a todos con la misma contundencia y fuerza como lo hace el psicoterror. No nos convirtamos en instrumento de ellos reproduciendo una y mil veces videos vejatorios.

Hagamos honor a nuestros héroes actuales que sufren por luchar y defender nuestro futuro. Cuidemos el mensaje. Busquemos las vías para incentivar y motivar. Siempre desde lo positivo, así debemos ser y pensar. Somos diferentes y ya es tiempo que se note.

Lo que pasa nos fortalece.

Honor a los presos de conciencia.

Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
Arnaldogarciap.blogspot.com

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