MUNDO AL
REVÉS
El mundo ha
estado siempre en una constante batalla. Desde nuestros orígenes, el hombre ha luchado
con la naturaleza y contra sí mismo, como especie, por el dominio y el control.
Unos lo hacen buscando siempre el bien colectivo, mientras que otros se han
caracterizado por estar obcecados en el control y la tiranía. El bien y el mal
han desencadenado constantes y permanentes batallas. Las fuerzas del bien han
estado en un permanente alerta para defenderse de las arremetidas del mal y de
sus intenciones de dominar el mundo. Han sido muchas las acciones, a lo largo
de la historia, que ejemplifican esas sangrientas peleas. Tanto así, como
guerras podemos contar en nuestra historia. No es una película de ficción, es
la pura verdad.
Dentro de
ese obsesionado objetivo de controlar el mundo, las fuerzas malignas han
desarrollado numerosas estrategias que van orientadas a cambiarnos nuestra
manera de pensar y sentir. Buscan romper nuestros esquemas del pasado, para
instaurar otras formas de relacionarnos, bajo promesas de mayor bienestar y
riqueza. Tras la bandera de la igualdad, buscan despertar la mezquindad en las
personas para hacerse de una accionar reivindicativo fantasioso. Tras un falso
libre albedrio, ofrecen la libertad de culto, sexo o estado, transfigurando los
órdenes establecidos socialmente.
Hay un
acentuado efervecer de conductas negativas que buscan trasgredir las normas
sociales, intentando permanentemente desconocer las pautas morales convenidas
socialmente y privilegiando intereses mezquinos, impulsos negativos y
reacciones condenables, enalteciendo el individualismo y el egoísmo. Esto es lo
que podemos llamar el despertar de los antivalores. Podemos observar como en
todo el mundo han proliferado grupos organizados o no, que buscan el estímulo
de los antivalores: proclamando guerras conspirativas, movimientos fuera del
proceso socialmente aceptable y en otros casos en el reforzamiento de conductas
negativas que inciten a la corrupción, la deslealtad, al individualismo
desmedido.
La invasión
al Capitolio en los Estados Unidos, el llamado a la Conspiración Mundial, La
libertad de género auspiciada para jóvenes y niños sin orientación, la
aprobación en países del aborto sin control, nos demuestran lo díscolo de este momento
en el mundo. Una reciente cuña comercial
de una empresa de blindaje de vehículos, que invita a la vida fácil, a través
de los beneficios de la corrupción y con un lenguaje que denigra no solo de la
condición humana, sino de la mujer y de la sociedad, son ejemplos mas que
evidentes de lo peligroso de esta acometida del mal.
Tenemos la
obligación de combatirla. Y para ello poseemos una de las armas mas poderosas: Nuestros
Valores. Hay que desempolvar nuestros comportamientos colectivos y volver a
lo que siempre fuimos, gente trabajadora, honesta y respetuosa. Sociedades
basadas en valores firmes como el respeto, la verdad, la honestidad, el
altruismo y la solidaridad. Rescatemos nuestros valores y con ellos nuestras
actitudes positivas para funcionar como sociedades armónicas. Es una tarea
individual que conecta y suma. Cada uno desde su accionar personal haciendo lo correcto.
Libremos la batalla mas importante en nuestra historia moderna y derrotemos al
mal que nos acecha.
Que la
fuerza y Dios nos acompañe.
Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com
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