DEMENTES O...POBRES DE MENTE


DEMENTES O … POBRES DE MENTE

Definitivamente este país es un enigma gigantesco. Cuando pensamos que las cosas se van resolviendo de una manera lenta pero segura, aparecen eventos que transforman la realidad y nos llevan a escenarios anteriores. Es una comiquita. Pero de esas caricaturas donde uno no encuentra principio y final o donde lo absurdo se apodera de la historia en toda su extensión. Nuestra capacidad de asombro es realmente excepcional, cuando pensamos que ya lo hemos visto o vivido todo, aparece un nuevo capítulo con personajes fantásticos que agregan nuevas historias al drama.

No existe experiencia en el mundo que relate eventos como los que vivimos los venezolanos en estos últimos tiempos. Los especialistas en materia económica se asombran de cómo una hiperinflación galopante se adueña de la economía y no da muestras de reducción, pese a que eventos históricos del pasado, en otros países, se han resuelto en tiempos menores. Políticas desacertadas desde el gobierno, negocios turbios desde la población, hacen que los ciudadanos día a día padezcan con mayor fuerza esta crisis agobiante.

Con una oposición que se convierte cada día en mayoritaria, los representantes dignos de la misma, buscan mecanismos por las vías democráticas y de la negociación genuina, de establecer puentes que permitan manejar mínimos márgenes de error para lograr la recuperación y la vuelta a la sensatez.

Sin embargo, vemos con asombro acontecimientos en diferentes tiempos y escenarios que nos llaman a la reflexión y nos hacen preguntar si estamos dementes o sólo somos pobres de mente: Por un lado, nos desayunamos con una noticia donde un grupito de seudo líderes, que no representan a la mayoría, establecen acuerdos de gobernabilidad sin la consideración del sentir de la colectividad. Aquí, solo se ve con claridad una intención personal y marcada en la conveniencia propia, muy al estilo de otras épocas, una estrategia egoísta que antepone intereses personales al colectivo. Nada que ver con un auténtico liderazgo.  

Paralelamente leemos a través de las redes la implementación de un censo poblacional que se ha convertido en una invasión a la propiedad y a la toma forzada de viviendas. Una política gubernamental que solo despierta los mas bajos y ruines comportamientos humanos y donde la gente, sin el menor escrúpulo, intenta hacerse de algo que no les pertenece, como si de un derecho se tratara.

Una sociedad de antivalores que nos lleva a un despeñadero. El problema económico se resolverá, pero debemos concentrarnos en trabajar con nuestro problema más grave; el rancho en la cabeza, y este pensamiento pobre y mezquino no tiene que ver con estratos sociales ni con formación académica o intelectual, tiene que ver con sentimientos oscuros que debemos reconocer para comenzar a trabajar y eliminar en el futuro. Somos más los que creemos en algo diferente. Los que mantenemos principios incólumes de lealtad, respeto, igualdad, responsabilidad y seguiremos trabajando para lograr el cambio tan anhelado.

Un verdadero liderazgo es aquel que representa el sentir de la gente y lucha en pos de su beneficio. Un líder genuino es quien le da herramientas a su pueblo para que llegado el momento este pueda tomar decisiones acertadas. Esto es educar, enseñar y modelar desde el ejemplo.

En eso debemos concentrarnos y no dejarnos afectar. Sumar y multiplicar y jamás restar o dividir.

Los cuerdos somos más.

Saludos
Arnaldo García Pérez
@arnaldogarciap
www.arnaldogarciap.blogspot.com

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